lunes, 18 de junio de 2012
Imágenes de la exposición de Manuel Barbero
martes, 12 de junio de 2012
MANUEL BARBERO
6 capturas
naturales de lo improbable
Galería Nuevoarte
La galería Nuevoarte de Sevilla acoge a
partir del día 15 de junio la nueva exposición del artista madrileño Manuel
Barbero que, bajo el título “6 capturas naturales de lo improbable”, ofrece una
mirada múltiple hacia la naturaleza a través de la pintura, la escultura y la
instalación.
En sus últimos trabajos el
artista se ha centrado en la naturaleza como metáfora, recuperando distintas
miradas y actitudes frente a ella: desde la que podría tener un botánico
recolector, pasando por la disciplinada del científico, hasta la que podemos
considerar más anclada en nuestras despreocupadas experiencias infantiles.
La exposición la conforman un
conjunto fragmentado de estas miradas en apariencia distantes entre sí pero con
un punto de encuentro determinante: la curiosidad por el mundo natural. Es esta
curiosidad la que entrelaza los territorios de lo mundano con lo sobrenatural,
lo real con lo ficticio, lo científico con lo ritual…
En alguna de las capturas que se presentan se ha querido
detener la mirada en lo nimio para elevarlo a la categoría de lo
relevante. Los charcos, piedras,
sombras, musgos, cráneos, cardos y plantas extrañas o las inexistentes arpías
que pueblan los territorios de lo invisible son presentados en esta exposición
como los grandes protagonistas de la aventura de la naturaleza. Las grandes
estrellas de lo natural como son las bellas estampas de las cataratas Victoria,
leones saltando sobre cebras u orquídeas
de colores exquisitos, dejan espacio aquí a lo que pasa más inadvertido a nuestra mirada en los diversos reinos naturales.
Las piezas expuestas son un guiño a lo cercano y, por ende, a
identificarnos con lo cercano. Todos hemos pisado alguna vez un charco, nos hemos
referido con desprecio a ese extraño
cardo con el que nos hemos pinchado al intentar cogerlo, hemos jugado a
tirar piedras a un estanque sintiendo la ilusión de que en su rebote flotaban
sobre la superficie o hemos deseado despegarnos de nuestra propia sombra una
mañana soleada de verano. Esos pequeños actos tan cercanos, tan cotidianos, tan
intrascendentes pero a su vez tan especiales, tan de un momento de nuestras
vidas, subyacen en cada una de las piezas presentadas.
Evidentemente en ese guiño a lo cercano
también se reivindica un papel en el teatro de lo trascendente. Ese que
entronca con las bellas estampas de la naturaleza antes referidas o con esa
cierta visión épica con la que algunos libros o documentales han referenciado
el mundo natural, y que, en sus títulos,
incluían adjetivos que atrapaban la atención de un público joven como si se fuese a sumergir en una gran
novela de aventuras: animales salvajes, sorprendentes criaturas, insoldables
selvas, peligrosos reptiles, seres
maravillosos, fabulosos reinos vegetales
y minerales. En esa naturaleza
como un espacio mágico, sorprendente y lleno de misterios se nos
presentaba la simple subsistencia como
lo que seguramente es: una gran hazaña cotidiana.
El artista presta atención a lo (aparentemente) intrascendente
porque, muchas veces, sobre ello se edifica lo que consideramos
sustancial. Es una atención filtrada
por el sentido del humor, que es el
mejor instrumento para acercarse al conocimiento. En la naturaleza encontramos
mucho sentido del humor y puede ser interesante apoyarse en él para
suavizar la enorme carga de
dramatismo que parece rodear nuestra
existencia.
Es precisamente ese prisma del
humor desde el que deben interpretarse obras como Charcos de España, Sombras de
pájaros enjauladas, Estudio de la ingravidez, Plantas cardo, Arpías o Cultivo
de mandrágoras. Todas las piezas refieren al encuentro con la naturaleza, unas
se aproximan al experimento del que quiere ir más allá de lo probable como son
Sombras de pájaro enjauladas o estudio de ingravidez; otras se acercan a una
labor taxonómica de lo irreal como
arpías, plantas cardo o cultivo de mandrágoras; y otras recuperan parcelas de
una naturaleza real de la manera en que un arqueólogo recuperaría para el museo
de la vida los recuerdos de infancia de una naturaleza idealizada, como en
charcos de España. En alguna de estas
piezas el apoyo de lo literario sustenta la lectura del trabajo mientras que en
otras, la pieza vuela más libremente.
Manuel Barbero no ha querido
tampoco renunciar a la poesía, ni dejar pasar
la oportunidad de reivindicarla como una de las grandes armas para
luchar contra la banalidad. “Aunque intento huir de lo banal,
reconozco que, en algunas ocasiones, la banalidad puede esconder la
posibilidad de reflexionar sobre cuestiones más profundas. Es algo así como
cuando nos quedamos mirando una lata de refresco flotando
en mitad de un charco y acabamos pensando en la importancia de una actitud
ética y activa frente a la crisis global. Hay veces que tras lo superfluo se
esconde lo necesario, por eso cuando intento escapar de la banalidad me siento
sobre ella esperando a que se transforme en algo, incluso en una silla”.
Inauguración: viernes
15 de Junio de 2012 a
las 21,00h, clausura mediados septiembre
de 2012
Galería nuevoarte, C/
Montecarmelo 52, 41011 Sevilla, España
Horario: de lunes a
viernes de 17,30h a 21h, sábados de Junio de 11,00h a 14,00h
Para más información:
661576898
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