martes, 15 de enero de 2013

No Landscape. Oscar Pérez



                                                      OSCAR PÉREZ
 14 de diciembre al 22 de enero de 2013


No Landscape……………………………..





El paseo entrópico

                                 Andar como acto creativo primario, como puro acto estético, como herramienta artística y medio de conocimiento humano sobre el paisaje, como forma de provocación de la expresión, como forma de intervención artística, como forma de arte o más bien de anti-arte, que desemboca en la transformación psicológica del paisaje y su experiencia, en una imagen inconsciente de un lugar, de una geografía, de una ciudad. De cómo un lugar deja de ser físico para ser tiempo y memoria u olvido, a través del concepto de no-lugar. En la relación de un lugar concreto y un no-lugar existe una significación metafórica, esta relación del artista con el lugar ha definido los planteamientos del Land Art. El recorrido como hecho físico, instrumento fenomenológico de interpretación simbólica del territorio y como forma de lectura psicogeográfica del territorio mismo. La experiencia del paisaje provoca una dispersión de la energía que se desprende del hecho de caminar. La incertidumbre generada por el desorden transforma y modifica el pensamiento, el espacio se delimita estableciendo fronteras y límites que se mueven en el recorrido del paseo. La entropía es una magnitud física termodinámica, mediante la cual es posible calcular la cantidad de energía que no puede utilizarse para producir trabajo. La entropía es evolución y transformación, su valor crece en el transcurso de un proceso que se da de forma natural, la naturaleza tiende a distribuir la energía uniformemente elevando el valor de la entropía. Es por tanto un proceso y no un efecto. La entropía puede crearse pero no destruirse. El proceso del paseo permite la experimentación de esa energía entrópica del paisaje, el orden azaroso de sus elementos, sus relaciones, en busca de esa experiencia estética que ayude a comprender su caos y su orden, sin esperar encontrar el equilibrio del sistema, tan solo experimentar su entropía. El paseo experimenta la constante evolución de los elementos en su constante devenir hacia el desorden inherente al sistema, progreso para la destrucción. Solo el espíritu, finalmente, sabrá desenvolverse en un mundo físico y evolucionar hacia sistemas más sofisticados, hacia otras moradas.

El paisaje entrópico de Robert Smithson, perteneciente a su ciudad natal Passaic, New Jersey,  A Tour of the Monument of Passaic, pone de manifiesto ese paisaje entrópico generado por la entropía o dispersión energética.[i] La naturaleza entrópica se transforma generando una historia inactiva, el territorio del olvido. En su paseo Smithson establece un sutil equilibrio entre la renuncia a la denuncia y la renuncia a la contemplación. Los juicios son de orden exclusivamente estético, no son éticos y en ningún caso estáticos. El hecho de atravesar la naturaleza de los suburbios no implica ningún goce, ninguna complacencia y ninguna participación emotiva. Su discurso parte de la aceptación de la realidad tal y como esta se presenta.[ii] Del mismo modo Richard Long en A Line Made by Walking, realiza otro de los recorridos que penetran en la naturaleza incontaminada. Expresado con las palabras de Lévi-Strauss, Long atraviesa los “Territorios fríos” y revive una espacialidad neolítica en busca de los orígenes del arte, en oposición a los “Territorios calientes” de Smithson en sus paisajes industriales, territorios alterados por la naturaleza o por el hombre.[iii] 

De los trabajos realizados en el exterior, en la naturaleza, Proyecto Arcadia y Proyecto Aguadulce entre otros, a la intervención directa sobre la representación del soporte fotográfico, en el proceso de producción del objeto minimalista. Estas fotografías intervenidas, producto del numeroso archivo fotográfico realizado durante mis paseos en el entorno natural cercano, se sitúan a medio camino entre la representación de la realidad y el objeto minimalista. Desde el comienzo he mantenido un gran interés por el lenguaje minimalista, por la escultura y la pintura, y sus repercusiones en el campo expandido. La pintura va a estar siempre presente, estructurando todos estos movimientos en el tiempo. Siempre interesada por la totalidad de la obra, como algo indisoluble que participa claramente de las teorías de la Gestalt. La idea de economía, simplificación del repertorio cromático y el tratamiento y estudio de las superficies, están presentes como elementos más importantes del lenguaje minimalista. El arte mínimal se formula mediante conceptos como los de “dimensión y presencia” que caracterizan a este tipo de obras. La explicación de éstas queda en términos formales de color, composición, escala, formato y ejecución. La repetición suele ser elemento de lenguaje de la expresión minimalista.

La fotografía se introduce aquí formando parte del proceso creativo como documento de la acción o intervención en los lugares. Desde los años ochenta la fotografía se sitúa en un terreno movedizo e inseguro formando parte de discursos heterogéneos de difícil clasificación, surge así, el concepto de Híbrido. Esta hibridación va a generar un amplio abanico expresivo dando un paso más en la complejidad de la interrelación lingüística, hacia un lenguaje anfibio. La fotografía pasa así de imagen documento de una acción-intervención a soporte físico que participa de los procesos híbridos del lenguaje de las últimas décadas. La contaminación de la fotografía con otras disciplinas no es nueva, el proceso de hibridación nace con la figura profética de Robert Rauschenberg. Marcel Duchamp propone una actitud alegórica sobre la misma que va a ser contextualizada durante la década de los años ochenta y posteriores. Desde el terreno puramente pictórico cabe citar a autores que partiendo de la superación de los estereotipos creados en cada época han conseguido un grado de libertad lingüística utilizando las formulaciones híbridas entre la pintura y la fotografía, tal es el caso de los alemanes Gerhard Richter o Sigmar Polke. Richter fusiona la pintura y la fotografía estableciendo un debate entre los dos medios, lo real frente a lo fotográfico, lo objetivo frente a lo abstracto. Imágenes de su entorno diario, familia, estudio, paseos, etc. La fotografía manchada con espátula, arrastres, goteos de pintura y pinceladas interventoras, producto del excedente de sus obras de gran formato. Así mismo las imágenes son fruto de la ingente producción de instantáneas de sus archivos fotográficos.


Óscar Luis Pérez Ocañ


[i] SMITHSON, Robert.: “A Tour of the Monument of PassaicArtForum. Diciembre 1967, pág. 74, en Catálogo exposición: “El Paisaje Entrópico. Una retrospectiva. 1960-1973”. IVAM. Valencia.1993
[ii] CARERI, Francesco: “Walkscapes”. El andar como práctica estética. Ed. Gustavo Gili. S.A. Barcelona. 2002, pág. 170.   
[iii] IBIDEM, pág.174.


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